Arte consiste, en esencia, en la creación de formas, en una transformación que se manifiesta, finalmente, en la producción de una estructura.
A su vez, toda forma, natural o creada por el ser humano tiene, potencialmente, información, es decir, puede trasmitirse en el proceso que llamamos comunicación.
La obra de arte es así un vínculo entre quien la produce y quien la observa y experimenta. El arte es interacción.
Ahora bien, estos atributos que son esenciales para el arte lo son también para la ciencia. El científico produce información y la ciencia requiere observadores que juzguen, valoren y verifiquen la obra. Esto último podría parecer que marca una diferencia entre ambas actividades: la ciencia requiere réplica y contrastación, la obra de arte simplemente se contempla y se goza. Sin embargo, hay elementos gozosos en la ciencia así como también hay elementos cognitivos en el arte
- El científico goza el placer estético que le produce un experimento bien diseñado, al que califica de"elegante",
- El artista o el crítico bien saben que la reflexión y la contrastación no están excluidas del arte; de hecho, le son consustanciales. Es así que, ubicado en un universo artístico determinado, un creador inventa una nueva manera de ver y de expresarse. Se inspira en lo existente y afecta a quienes lo siguen.
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